Una correcta circulación del aire y áreas libres de polvo, son claves para evitar padecimientos.

 

Verificar la circulación del aire, realizar limpieza profunda y evitar espacios con humedad, son algunos de los consejos para evitar contraer alergias durante las horas de trabajo en las oficinas. El ambiente cerrado y climatizado puede ser nocivo al empleado que padece rinitis alérgica o asma bronquial, por la presencia del polvo y los ácaros, a pesar de la limpieza diaria.

La alergia es una afección muy común, sobre todo en primavera, que afecta a gran parte de la población; sin embargo, las oficinas son uno de los ambientes interiores en los que se pueden encontrar alérgenos y eso provoca que algunos trabajadores se vean afectados para desarrollar de forma adecuada sus funciones.

Lo anterior conlleva una disminución de la productividad e incluso puede hacer que se produzcan bajas laborales. Quien padece de alergias a inhalantes como el polen de los pastos y de las flores se beneficia en un ambiente cerrado y climatizado. No así los alérgicos al polvo y a los ácaros.

Existen factores inespecíficos que contribuyen a agravar las alergias respiratorias en ambientes cerrados y que pueden existir en la oficina, como el olor a pintura, a desinfectantes, perfumes fuertes y el humo. El fumador pasivo es el más perjudicado. (Información de Agencias)

Aplícate con una limpieza profunda

No acumules papel en tu escritorio: las pilas de papel fungen como imanes de polvo y otras partículas irritantes. Toma un poco de tiempo cada semana para poner en orden tu lugar eliminando o reciclando el papeleo innecesario.

Limpia el teclado: periódicamente, limpia tu teclado con aire comprimido para eliminar el polvo y otras partículas que podrían haberse incrustado entre las teclas. Antes de limpiar el teclado, asegúrate de desconectarlo o apagarlo si es inalámbrico.